El confinamiento en casa a raíz del coronavirus es una circunstancia anómala que altera el día a día de todas las personas que lo viven y puede generar malestar. En el caso de los niños los efectos negativos del confinamiento pueden ser superiores debido a una serie de elementos que analizaremos. Mucho se habla sobre la niñez y qué hay que hacer con ellos en este tiempo de pandemia pero poco nos detenemos a pensar qué estarán sintiendo ellos o cómo estarán procesando estas informaciones (dado que no siempre lo dejan saber con palabras, sino más bien con las conductas). Por otra parte estas circunstancias especiales que se nos presentan hace un año aproximadamente donde la escuela se trasladó a casa nos hace como adultos cuestionarnos cuánto presionarlos y cuánto dejarlos regular la cantidad de tarea que quieren hacer. Las familias han tenido que convertir su casa en un aula en la que los hijos sigan estudiando, a veces sintiendo incluso que les falta preparación académica o teniendo que hacerlo preocupados por vulnerabilidad de la salud o de fuentes de trabajo (muchas realidades familiares han cambiado). Veamos en este episodio cómo afrontar todo ello con éxito y con los mejores resultados.
El miedo, una emoción básica ¿qué significa? ¿cómo abordarla? La emoción del miedo es una de las más contagiosas que nos penetra los cuerpos y supera lo perceptivo, se da neuroperceptivamente, mi organismo se pregunta sin palabras (a través del sistema nervioso autónomo) ¿esto es seguro o peligroso? Y todo esto ocurre de forma inconsciente. Toda la situación sanitaria actual que bien conocemos, nos interpela a reflexionar sobre este tema. Pensemos además que el miedo como emoción básica nos atraviesa naturalmente a lo largo de toda la vida (más allá de esta situación de pandemia que es algo puntual que estamos viviendo). Por ello la propuesta es pensarla de forma más amplia. Podría decirse que la emoción que se opone al miedo puede ser la confianza y la seguridad. El miedo traspasa lo racional porque está ligado a la supervivencia, como veremos en este episodio, y esto no es siempre racional. Pensaremos de qué forma se despliega esta emoción para entenderla y transformarla en la búsqueda de una mejor salud emocional.
“Al diván” es un espacio, a cargo de Paula Fassari, Licenciada en Psicología, en el que vamos a pensar cuestiones importantes relacionadas a la salu mental. Sumate y crecé emocionalmente día a día.
En este episodio hablamos sobre el estar o sentirse solo ¿es siempre negativo? ¿cómo gestionar este sentimiento si la soledad me entristece? Averigualo a través de este podcast al que accedes desde el siguiente enlace:
El erotismo es parte medular de nuestra condición de seres humanos. ¿Por qué es importante el placer sexual? ¿Cómo funciona el erotismo? ¿Qué pasa si la pareja ya no experimenta un deseo o placer sexual como al inicio de la relación? ¿Qué lugar ocupa la autoestimulación? En este podcast exploramos estos temas. Te invito a plantear en comentarios lo que este episodio te ayuda a reflexionar o a preguntar aquellas cosas que siempre quisiste saber respecto a la sexualidad.
En este video aprenderás respecto a qué observar para poder sospechar o descartar la presencia del Trastorno del Espectro Autista (TEA) durante la niñez. Es importante la detección precoz para realizar tratamientos oportunos y reducir a su mínima expresión las dificultades, potenciando las fortalezas.
Estadísticas TEA.
¿Qué tan frecuente es?
¿Se da más en niñas o en varones?
¿Tiene relación con el retardo mental u otras problemáticas?
Te lo explico en este video
Este es el primer video de una serie de materiales que forman parte de un curso gratuito dirigido a docentes y familiares de niños con Trastorno del Espectro Autista o con diagnóstico de TGD (Trastornos Generalizados del Desarrollo). En el mismo se aborda la definición de TEA, su clasificación actual y la definición de desarrollo infantil.
Mantener nuestra salud emocional fuerte, en tiempos de crisis sanitaria, puede tornarse muy complicado para algunas personas. En este artículo te brindamos una serie de recomendaciones a seguir a fin de transitar exitosamente esta etapa.
No se recomienda que pasemos todo el día informándonos sobre el virus. Lo recomendable sería decidir un horario en el que nos pondremos al día con las noticias y dedicar el resto del día a otras tareas.Si nos quedamos en casa estamos aportando algo muy valioso a nuestra comunidad. Estamos poniendo nuestro granito de arena. ¡Vale la pena el esfuerzo!Planifica tu jornada. No improvisar te ayudará a tener una actitud más positiva.Posiblemente este sea el momento de desarrollar un hobbie que venías postergando por falta de tiempo. Pregúntate ¿qué quisiste hacer siempre pero no te creíste hábil o con el tiempo suficiente de llevarlo a cabo? Distribuir tareas o ponerse de acuerdo respecto al uso de los espacios, por ejemplo, puede ser útil para evitar conflictos que sumarían más estrés.Para los niños no suele ser atractivo colaborar con las tareas del hogar. Podemos estimularlos con premios, otorgándoles una tarea diaria o definir una que siempre sea de ellos (por ejemplo recoger los juguetes) y darles puntos por cada día en que lo han hecho bien. Podemos entregarles una estrella, carita feliz, o similar que simbolice el punto ganado y, por ejemplo, cuando reúnan 10 puntos, los premiaremos con algo especial (acampar en el living, cocinar juntos, jugar a la escondida dentro de casa… lo que se te ocurra y le guste a tu hijo).
Todos tenemos una tendencia natural a ver el medio
vaso lleno o el medio vaso vacío. La actitud que tengamos es importante porque
influye en nuestro estado de ánimo y en los resultados que obtenemos en las
cosas que hacemos. Por eso te invitamos a preguntarte ¿qué aptitud quiero
adoptar en la vida? ¿Cómo puedo ser más optimista? En este artículo
reflexionaremos en torno a algunas de esas ideas.
Lo primero a establecer es que ser optimista no
implica ser ingenuo, frívolo o inconsciente, sino por el contrario se trata de percibir lo bueno de cada circunstancia
(que siempre existen aspectos positivos) para tomarlos y mejorar las posibilidades que cada situación plantea. De modo que
no se trata de ignorar lo malo sino de enfocar en las cosas que nos ayudarán y no
en las que nos perjudicarán.
Quienes viven posicionados desde el pesimismo
suelen sufrir más y tienen mayores dificultades para construir soluciones a los
problemas. Perciben el entorno como amenazante y tienen mayor tendencia a
encerrarse en lo dramático.
Por otra parte, el optimista tiene una percepción
de la vida en general que le proporciona sensación de mayor felicidad y la idea
de que no hay complicación que no pueda solucionarse. Esto es posible dado que
hay una mayor actitud de apertura y un enfocarse en las salidas eficaces a los
problemas, más que perder tiempo en lamentarse.
En base a estas ideas ¿no crees que vale la pena
esforzarnos por tener una mirada optimista de cada situación? Ahora bien, ¿cómo
lograrlo? Psicólogos de todo el mundo recomiendan algunos tips a tener en
cuenta y desde Genial.guru los compartimos contigo:
1 – La
duda como una buena herramienta: Si percibes que algo es exclusivamente negativo,
duda de ese pensamiento porque seguramente hay algo positivo en la situación que
no estás viendo.
2 –
Pensamientos constructivos: Incorpora a tu vocabulario las palabras “quiero”,
“puedo” y “soy capaz” como los mejores motores para responder positivamente
frente a los desafíos.
3 – Haz
una lista: Repasa en tu mente las cosas positivas que tienes,
que de seguro son muchas.
4 – Toma
tiempo para reaccionar certeramente: Cuando te encuentres ante un problema difícil de
resolver, no reacciones de inmediato. Deténte, reflexiona, busca las mejores
alternativas evaluando los resultados que cada una puede generar.
5 – Busca
consejo: Escucha los consejos de quienes te quieren y valoran. De seguro su
percepción del problema te ayudará a verlo desde otro punto de vista más
objetivo.
6 –
Admite tus errores: Equivocarse es aprender, es crecer. Deja de lado el
ego y admite tus errores porque solo así estarás más cerca de modificar lo que
haga falta para estar mejor.
7 – No te
justifiques para no actuar: Muchas personas, frente a un problema dicen: “es lo
que me tocó en la vida” o “a esta edad ya no puedo cambiar”. No permitas que
estos pensamientos crezcan en ti como algo verdadero porque solo harán que seas
un espectador de tu vida y te conformes con lo que te ocurre sin modificar lo
necesario para ser feliz.
8- De las
crisis se aprende: Albert Einstein decía que solo aprendemos y
crecemos en las crisis dado que estas nos impulsan a sacar lo mejor de nosotros
y reinventarnos. Así, las dificultades son oportunidades, lecciones de vida, para
fortalecernos. Siempre de las crisis salimos reforzados y con una mayor autoestima.
Como podrás notar de trata de elegir, de decidir qué tipo de actitudes y pensamientos nos conviene tener. El pensamiento positivo puede aprenderse y de lograrlo podrás enfocarte más en las relaciones humanas, ser más constructivo, equilibrado y obtener bienestar. En este contexto una de las verdades más profundas la refleja el viejo proverbio de que “nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Se trata de un proceso de mejora de la personalidad que, aunque en lo básico se construye en los primeros años de vida, puede cambiarse.
